El despido improcedente, a diferencia del procedente, es aquel en que el empleador no ha demostrado unas causas o no ha cumplido con los requisitos formales para acabar la relación laboral (por ejemplo, no entregar bien redactada la carta de despido al afectado).
Los despidos objetivos y los disciplinarios pueden ser tanto procedentes como improcedentes, en función de si el empleador ha cumplido o no con los requisitos formales. También existe el despido nulo.
Cuando un trabajador sufre un despido improcedente, la cuantía de la indemnización por despido es mayor que si hubiera sufrido un despido procedente.
En España, tras la reforma laboral del 2012, la indemnización por despido improcedente se fija en 33 días por año trabajado, con un máximo equivalente a dos años de salario.
Despido improcedente en inglés: wrongful dismissal, unjust dismissal or unfair dismissal.
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